No se por qué razón cuando se acerca el fin de año la señorita Nostalgia parece hacer su entrada triunfal...
Es como si tácitamente me preparo de manera inconsciente para hacer un recapitular cronológico del año que casi finaliza, y con esta acción la invito a brindar conmigo por el año agonizante.
Sin embargo, la señorita Nostalgia no viene sola... llega agarradita de la mano de muchísimos de los sentimientos más tristes: siempre le acompaña El Pesar, por las cosas inconclusas que quedaron arrastradas por el tiempo. Tambien la escolta El Arrepentimiento, por muchas cosas que se dijeron o hicieron sin pensar pero también por otras muchas que no se dijeron por temor...
Pero aun con el traje oscuro que casi siempre suele usar esta hermosa jovencita, suele llevar un hermoso prendedor rojo llamado picardía!, por los recuerdos gratos de momentos de locura transcurridos en el año y de los cuales aun cuando evoquen un dejo de remordimiento o satisfacción plena, siempre causa una sonrisa...
La señorita Nostalgia me cae bien... De hecho, hemos hecho buenas amistades por que me recuerda los actos, hechos, acciones y personas que aveces mi mente va olvidando... También me recuerda que año tras año y como hacen muchos de ustedes, me hago la famosa lista de las cosas que debo de concluir el nuevo año que empieza, para darme cuenta al final del mismo que no hice ni la mitad de lo que tenía planeado y que, por el contrario la mayoria de las cosas realizadas ni siquiera estaban escritas!
Me pondré temprano a elaborar el ¨listín¨ del año que viene... Mientras veo a la señorita Nostalgia sentada toda regia frente a mi, riendose y repitiendome que siempre sigo el mismo ritual, y que mientras lo siga haciendo ella vendrá a visitarme... Y honestamente creo que al fin y al cabo es con éste único fin que sigo esta costumbre.
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