jueves, 11 de septiembre de 2008

El Liderazgo...


Ayer volví a reconfirmar que la diferencia entre el poder y la tiranía radica en el grado de bondad y humildad que se tenga...

Un amigo, perteneciente a una familia que es como nuestra, y se desempeña como mensajero de una gran compañía, despues de salir a cumplir una órden y realizarla, no volvió a su casa en dos días.

Por todos es sabido, que esa persona se encontraba extraviada o habia sido víctima de algún desaprensivo, ya que no era alguien acostumbrado a esto... De ahí que, al primer día de no dar señales ni contestar las llamadas, todo el lugar se puso en acción buscandolo.

De entre todas las personas que se movilizaron en su búsqueda, dirigiendose a los medios de comunicación, a los hospitales, a la policía, llamando, publicando la información en el internet e inclusive buscando en todos los sectores y parajes de esta provincia y más allá, llamó poderosamente la atención nuestra, ver la entrega que demostró el administrador de la empresa en la cual labora esta persona.

Y llamó la atención, por que ya hemos hecho costumbre ver la actitud que se toma al momento de ¨gerenciar¨, donde el hábito acuñado por los ¨gerentes¨ es el de mandar o dar órdenes, y, en el peor de los casos, cuando se trata de circunstancias como éstas, ni siquiera presentarse al lugar de los hechos (por el tremendo volumen de ocupaciones), y solamente pedir que ¨lo tengan al tanto de los acontecimientos¨.

Esta persona (el administrador), se fajó ¨hombro con hombro¨ con todos los hombres y mujeres que ahí estabamos en vela, esperando una noticia y haciendo las pertinencias de lugar...

Demostró saber administrar, cuando inmediatamente supo de que se echaba de menos a nuestro amigo, se presentó ante los familiares para decir aquí estamos, presentes.

Demostró saber gerenciar, cuando conformó a un grupo de personas específicas, para que durante todo el día dieran seguimiento directo al caso, fueran a los medios de comunicación, ubicaran a -amigos y conocidos de nuestro amigo, y pusieran todos los medios posibles de la empresa, a disposición de los familiares.

Demostró saber liderear, cuando luego de salir de una jornada de trabajo agotadora, oscureciendo, supo persuadir a parte de sus empleados para que éstos formaran otra brigada (él incluído) y continuara la busqueda, que cada vez se hacia mas tediosa conforme caía la noche del segundo día y la incertidumbre acrecía en los corazones de todos.

Demostró saber negocear, cuando finalmente alguien contactó para dar información del paradero de ésta persona...

Pero, sobre todo, demostró humildad, al permanecer al tanto de todo, al movilizarse codo a codo con todos nosotros y al no quedarse tranquilo hasta tanto no se tuviera la última noticia sobre este caso, que aún cuando ocurrió pasada la media noche, fue satisfactoria.

Cuando se reconocen estas características, creo que se sabe cuando se está frente a un verdadero líder...

Ayer mismo, mientras todos esperabamos, le comenté a alguien a quien también debo agradecer enormemente toda su ayuda, una frase de Eduardo Galeano que dice: ¨La caridad es humillante porque se ejerce verticalmente y desde arriba, la solidaridad es horizontal e implica respeto mutuo¨.

Sus nombres no tengo que mencionarlos, por que es otra de las cualidades del verdadero liderazgo... Exige anonimato y sólamente se mide por acciones.

1 comentario:

Anónimo dijo...

ahora me mata la curiosidad de saber que pasó con el mensajero...